Aconsejo que os leáis el libro QUERIDOS MALLORQUINES de Guy de Forestier, es una buena manera de entender esta maravillosa tierra y sus habitantes. Os dejo unos cuantos párrafos de esta obra:
- Cuentan que un día, estando un mallorquín de visita en Madrid, entró en un restaurante, se sentó, y se le acercó el camarero:
¿Qué va a tomar el señor?
El mallorquín no lo dudó:
De primer, unes sopes i de segon un frit.
El camarero, perplejo, le interpeló tímidamente:
Perdón, ¿el señor es forastero?.
El mallorquín frunció entonces su entrecejo, lanzó una mirada fulminante al camarero y exclamó:
¿Forastero... YO? ¡Yo soy BIEN mallorquín!
Y apuntándole con el dedo, añadió:
¡USTED es forastero!
- Para los mallorquines sólo existen ellos, els catalans, els forasters y els estrangers.
-Ser foraster nunca estuvo del todo bien visto en Mallorca. La prevención del isleño frente a cualquier extraño se agudiza cuando se trata de un foraster, como si una imperceptible marca de desconfianza matizara sus actos y sus palabras.
Esto podría explicarse, simplemente, por alguna diferencia en sus códigos expresivos, lo que resulta manifiesto cuando el forastero, tratando de ser amigable, abre su cofre de intimidades. Este rasgo, que en principio es desinteresado y generoso, puede resultar incómodo al mallorquín, y la razón es simple: quien se comporta de manera tan confiada espera obtener una contrapartida equivalente (es decir, está dispuesto a su vez a oír asuntos personales), pero esto resulta incomodante en un lugar donde la intimidad personal es sagrada. Hablar de uno mismo se considera en Mallorca una inmodestia, y mucho más si lo que se cuenta son virtudes,. Si es usted forastero, sea modesto, actúe con discreción, mantenga su elegancia personal sin estridencias, esté atento, y no haga proposiciones para mejorar cualquier cosa establecida, hasta tanto no conozca a fondo las muy variadas reacciones que su natural y espontánea actitud pueda causar.
- Tener prisa no es una actitud socialmente aceptada, como tampoco lo es hacer una pregunta directa, y mucho menos contestarla.
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